¿EPIDURAL O NO?
La analgesia epidural se ha establecido como un método seguro y efectivo para aliviar el dolor durante el trabajo de parto. Desde su introducción en la práctica cotidiana, ha despertado mucha controversia con respecto a su utilización y la frecuencia de intervenciones obstétricas, incluyendo la tasa de cesáreas y partos instrumentados (forceps o vacum). Mientras que algunos estudios, han demostrado que el uso de analgesia epidural, enlentece el primer y segundo estadío del trabajo de parto, incrementa el uso de estimulación del trabajo de parto e incrementa la necesidad de partos instrumentados; otros por el contrario no han evidenciado tales diferencias.
Existe preocupación en cuanto al uso de la analgesia epidural, y el efecto que podría tener sobre la adecuada evolución del trabajo de parto, con el consiguiente incremento del índice de cesáreas por trabajo de parto disfuncional. Sin embargo, estudios realizados con miles de pacientes, han demostrado que no existe tal asociación.
Otro punto de controversia es, si el momento del inicio la analgesia epidural, guarda relación con el incremento de la tasa de cesáreas o partos vaginales instrumentados. Algunos estudios sugieren un incremento del riesgo de cesáreas y partos vaginales instrumentados, en aquellas mujeres a quienes se les colocó analgesia epidural, sin haber alcanzado una dilatación (del cuello del útero) de 5 cm; mientras que otros estudios han reportado una tasa de cesáreas similar, en aquellas mujeres que recibieron analgesia epidural de manera temprana (dilatación menor o igual a 3 cm), versus aquellas que recibieron analgesia epidural de manera tardía (dilatación cervical mayor o igual a 4 cm).
Aquellos estudios que demostraron una diferencia significativa en la tasa de cesáreas, entre aquellas mujeres que recibieron la epidural de manera temprana versus tardía, fueron estudios retrospectivos y que no fueron diseñados para evaluar de primera intención dicha diferencia. Y la recomendación de esperar hasta 4 cm ó mas de dilatación, para iniciar la analgesia epidural estuvo basada en dichos estudios.
A la fecha, estudios serios, han demostrado que el inicio temprano de la analgesia epidural (con 3 ó menos cm de dilatación), no produce un incremento de la tasa de parto vaginal instrumentado, ni de cesáreas por trabajo de parto disfuncional, así como tampoco genera una mayor necesidad de utilizar mayores dosis de oxitocina.
En conclusión y a la luz de la evidencia, estudios serios han demostrado que en mujeres nulíparas (primer trabajo de parto), la administración de analgesia epidural de manera temprana, comparada con la administración tardía, no genera un incremento del índice de cesáreas o partos intrumentados, debidos al enlentecimiento o falta de progreso adecuado del trabajo de parto, así como tampoco genera efectos adversos sobre el feto. Por el contrario, acorta significativamente la duración del mismo.
Así mismo, el inicio de la analgesia epidural de manera temprana o a solicitud de la paciente, generará mayor satisfacción en la usuaria, al experimentar un mayor control de su trabajo de parto.
Sin embargo, si la analgesia epidural es subóptima, eso si podría generar un incremento en la tasa de cesáreas o partos instrumentados, así como un trabajo de parto más difícil.
Actualmente, se está optando por dosis de analgesia epidural menos “fuertes”, que le permitan a la paciente deambular mientras se encuentra en trabajo de parto, a diferencia de las dosis convencionales que inhiben el dolor pero a expensas de no permitir que la paciente deambule. Dosis menores de analgesia, brindarán mayor libertad para la deambulación, mientras progresa el trabajo de parto y con un dolor tolerable.
Es muy importante que hoy en día, en la era del parto humanizado, la gestante que se encuentra en trabajo de parto, tenga un mayor protagonismo en la toma de decisiones y que el personal encargado de conducir su trabajo de parto, respete las preferencias de esta durante el desarrollo del mismo.
En su próximo trabajo de parto, tome en cuenta lo expuesto, participe activamente en la toma de decisiones sobre su trabajo de parto, converse con su médico tratante acerca de los “pros y contras” de las acciones que se tomarán, exija que se respeten sus decisiones en cuanto al momento del inicio de la analgesia epidural, y lo más importante, disfrute su trabajo de parto.
David Campodónico, M.D.
Especialista en Medicina Materno – Fetal Clínica Santa Isabel
Referencias
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